Cristián Roncancio, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Electrónica de La Juan, implantó una idea existente ya en el mundo, pero novedosa en Boyacá: crear caretas que apoyen y ayuden en este momento de crisis mundial en la salud pública.
Él creó 2 prototipos de careta que protegen el rostro del personal de las ciencias de la Salud: el primer prototipo de careta cubre la cara, cuenta con una lámina de acetato que evita que la persona reciba salpicaduras de saliva u otros líquidos, cuenta con una barrera de protección y no es una mascarilla o “tapabocas”. Esta careta tiene un tamaño corto, diseñado para personas que no utilizan gafas de protección. Por su parte, el segundo prototipo cuenta con una visera más amplia que la anteojera del primer prototipo, y permite el uso de mascarilla, gafas gruesas de protección o anteojos de tamaño normal.
Personas profesionales de la Salud ya validaron, aprobaron su producción, y autorizaron la distribución de estos dos prototipos de caretas o máscaras, que cuentan con un diseño estándar que se acomoda perfectamente al tamaño de la cabeza de cada persona, mediante una goma que permite que la careta evite caerse del rostro.
Este ingeniero electrónico en formación empezó a liderar esta idea hace 3 semanas en compañía de un grupo de fabricantes, diseñadores y prototipadores de 3D en Boyacá, denominado Makers Boyacá.
En cuanto al proceso de creación, una impresora 3D crea objetos en 3 dimensiones; es decir, el objeto cuenta con anchura, altura y profundidad. Esta impresora se asemeja a la creación de una figura en plastilina, figura que debe estar conformada por capas, cada capa con un color diferente. La creación en plastilina se asemeja a la impresión 3D, puesto que cuando se finaliza el diseño y la construcción de cada capa, se tendrá la figura anhelada.
La impresora 3D tarda 2 horas fabricando cada prototipo de careta, que puede desinfectarse y reutilizarse debido a su material, porque no es desechable y cuenta con una vida útil más larga comparada con algún elemento médico, como una mascarilla o unos guantes de nitrilo, por ejemplo.
Hoy, este estudiante de la Juan, oriundo de Pachavita, municipio de la Provincia de Neira en el Departamento de Boyacá, además de ser estudiante es emprendedor, porque cuenta con una empresa de diseño, prototipo e impresión 3D denominada ‘Roro Impresiones 3D’, ubicada en la Carrera 4 # 8-23 en Tunja.
Además, Cristian, con apoyo del programa de Ingeniería Electrónica y la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas, busca el apoyo de organizaciones públicas o privadas que quieran donar caretas a instituciones de salud, caretas fabricadas y ofertadas por manos boyacenses, ciento por ciento de La Juan.
Con el trabajo y conocimiento estudiantil, el programa de Ingeniería Electrónica enfrenta el Covid-19 y desea que la Alcaldía de Tunja y la Gobernación de Boyacá apoyen estos proyectos que nacen desde la academia.